Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

lunes, 14 de septiembre de 2015

La voz de la lucha por la autonomía libertaria con el anarquista Juan Morral (Parte I)

Juan Morral nace en Caracas en el año 1985. Hijo de una madre soltera, le toco vivir una infancia llena de dificultades, caracterizada principalmente por un hogar itinerante que variaba de alquiler en alquiler y una madre trabajadora con salario insuficiente. A temprana edad ya comenzaba a percibir las diferenciaciones socioeconómicas y sus consecuencias.

“las cosas mas marcadas que quedaron en mi como por lo menos con las condiciones que viví cuando era niño ee me fui con mi mama soltera yo y una hermana  ee un poco deprimente  ee de alquileres en alquileres recuerdo mucho eso de como a pesar deee  ser un niño me enseño mucho muchas cosas de lo que tome ahora comoo ee actitudes de lo que este yo de hoy a tomado como la humanidad no, muchas cosas cuando fui niño bajo las condiciones de de lo que arrimada aquí allá te das cuenta de de lo bondadoso y  a veces  terrorífico que puede ser una persona eso eso dada las posiciones socioeconómicas eee una mujer soltera a veces tener que hacer media labor mal pagada que el sueldo no alcance empezar a darte cuenta de  en carne viva de las distinciones sociales eee  porque algunos tienen y tu no  específicamente”.

            Casi toda su vida ha transcurrido en la región de los Valles del Tuy, la cual siempre ha estado muy limitada de centros asistenciales de salud. Desde los cinco hasta los diez años de su niñez transcurrieron  en Anaco (Estado Anzoátegui) y actualmente vive en Cartanal, Municipio Independencia del Estado Miranda.

                        “nací en caracas por la región tuyera como tal donde e vivido casi toda mi vida no, más que todo estamos muy limitado por la cuestión de hospitales ese mal que venimos heredando desde hace mucho, donde primero aquí los servicio  son muy deficientes […] viví tan solo 5 años en oriente en anaco 5 años a 10 pues”.

            Es Técnico Medio en Informática e inicio estudios de Historia en la Escuela de Archivología de la Universidad Central de Venezuela; muy a pesar de su impresión positiva acerca del aspecto  cultural de la Universidad, abandona sus estudios al manifestar desacuerdo con un sistema universitario que condena, perpetua e impone un modelo de pensamiento que se muestra inclusivo en apariencia, desvinculante a la problemática y a la realidad de la sociedad, y evidencia una marcada diferencia social en las áreas de conocimiento, carreras o Escuelas de la Universidad.

                        “empecé a estudiar historia en la universidad yyyy porrr  eee  eee pequeñas, pequeñas no, pero no  me simpatizo la universidad pues, estuvo, no estoy de acuerdo con el sistema universitario, por eso la deje […] No estoy de acuerdo al sistema universitario porque eee condenan a perpetuar a  un sistema a un sistema de pensamiento  te imponen eee te imponen la inclusión social en en  la mente de la forma, aun aunque  esa no exista en la realidad porque puedes ser de un sector social popular […] no se discutía las cuestiones  de la delincuencia ,cuestión de la desigualdad social, no al menos como como algo como abordarlo que podemos hacer para cambiarlo o bueno me robaron y tal vaina , no era no era  cuestión de que podemos hacer, hasta basado en los mismo concepto que te impone la universidad como sector favorecido ,casual ,esta ves casualmente porque ósea sectores populares por la escuela que no es muy cotizadas por los sectores pudientes los sectores pudientes en las universidades buscan carreras como economía, medicina , farmacia yy arquitectura yy  y hay escuelas que éramos del popular chico por decir así , sin embargo desde ahí por realidades que  nos afectaban hasta que pasaba no se discutían empezaba a ver cuestiones ,el el cuándo me di cuenta de lo perverso que es todo empecé a ver cuestiones como que gente escondía su teléfono porque no eran del que estaba a la moda con el que con el que  estaba ahí.

            Esta desvinculación de los estudiantes y la Universidad, con la realidad y los problemas que afectan a la sociedad, no solo esta relacionada con el clasismo que se constata por carreras y áreas de conocimiento, sino también a la forma como es entendida la política y el activismo político, que ha quedado reducida al partidismo, la demagogia, el populismo, la ley del numero y la mayoría.

                        “Si totalmente de hecho aunque nos adelantamos ya, cuando existe el activismo político por supuesto y más en la UCV, pero el activismo político es en paréntesis porque está en  comillas porque está más el activismo partidista, eso es una cuestión, todo el mundo anda pero en su cuestión de partido, los estudiantes son  visto como , como una especie de, de podemos decir ganado de cuanto tiene más de que capacidad tiene más de mover cierta ,cierta  cantidad de gente de darle cierto poder a un partido o a determinado partido, ahí por lo menos en la universidad cuando contacto gano,  ee en una de tantas actividades yo no c si  bueno ,no estamos en un orden de poder convencional, si se quiere dar ,en  en una de las tantas actividades del pueblo cuando la  vaguada de caracas del 2010, estábamos reunidos con lo que era de izquierda revolucionaria entonces no , y la cuestión era que estábamos en cierta actividad autónoma y libertaria y anarquista en un refugio yy  sencillamente en esa cuestión n os reunimos que podemos hacer ,habían familia que lo habían perdido todo , que podemos hacer ,te genera una situación que te permite es como tu vas avanzando y ves esto aquí yo pase por aquí y ya me acuerdo  todo los días chocaba con esto y mas con un sociólogo que vea una acción humanitaria una acción humanitaria y no podía perder de vista pensar en su beneficio personal aun  en esa circunstancias que estaba viviendo esa persona eso lo eso termino de reforzar el carácter de la burguesía”.


domingo, 13 de septiembre de 2015

Sociología educativa de la impotencia y la servidumbre moderna (Parte I)

El desarrollo de la Sociología como ciencia pareciera estar condicionado por el contexto histórico que le dio origen: la revolución liberal francesa; la revolución industrial; el desarrollo de la estadística como técnicas de análisis y control social que surge con el advenimiento del Estado moderno y el capitalismo mercantil inicial del siglo XVI; y el desarrollo científico de las Ciencias naturales.
            En un periodo de grandes cambios ya comenzaba a vislumbrarse lo que a su vez se desarrollaría en la Sociología en cuanto a su objeto de estudio, garantizar o transformar, ese era el dilema que oscilaba entre el Positivismo y el Marxismo respectivamente, dos tendencias emparentadas con el socialismo, el cientificismo, el materialismo y el ateísmo. El devenir histórico de la Sociología ha mostrado a un Marxismo reformista que ha sabido acomodarse en los genuinos y conservadores fundamentos epistemológicos del Positivismo, tan vigentes hoy día que han corrido con la misma suerte cuanto enfoque ha salido de las mentes de “intelectuales universales” e “intelectuales específicos”.
            Esta tendencia de acomodación con la que se han amoldado las diferentes corrientes epistemológicas, la denomino proceso de positivización y es consecuencia directa del origen y la evolución histórica que comparten la Sociología y el Positivismo, observables en el triunfo y hegemonía de la burguesía en la Revolución Francesa y el papel del control social que cumplen ambas desde la legitimización que confiere el cientificismo, constituido como nuevo dogma religioso. De tal manera que cualquier intento de elaborar una concepción sociológica no es otra cosa que positivar un enfoque, puesto que la Sociología en si misma es la visión positivista de la sociedad.
            El Interaccionismo Simbólico (IS) no ha sido la excepción a ese proceso de positivización. Siendo un enfoque psicosocial surge haciéndole frente al Positivismo y por consiguiente a uno de sus productos: el conductismo. Desde el IS se elabora una propuesta de orientación micro-sociológica en la que se considera a la sociedad como un conjunto de interacciones: es decir, de relaciones intersubjetivas, en las que los individuos reaccionan recíprocamente y definen e interpretan esas situaciones desde su particular punto de vista.
Desde el punto de vista filosófico y pedagógico, el IS fue influenciado por el Pragmatismo de John Dewey, quien concibe la educación como factor trascendental para la transformación social democrática y establece una relación basada en el pragmatismo entre la "necesidad de filosofar" y la "necesidad de educar", sosteniendo que la importancia de un conocimiento depende directamente en su uso, aplicación y efectos prácticos sobre la realidad.
Su pensamiento pedagógico es plasmado principalmente en sus obras: “Democracia y Educación, una introducción a la Filosofía de la Educación” y “Mi credo pedagógico”. Dewey expresa que “el diálogo no agota la experiencia cuando esta se hace común, ni aquel cesa entonces, sino que la comunicación es dialéctica y reconstruye la experiencia, es decir, la inquieta, la motiva a renovarse. Por ello, el maestro debe obrar de tal manera que aumente el significado de la experiencia presente”; sus ideas acerca de la enseñanza y el aprendizaje fueron aplicadas en la “Escuela Laboratorio” que fundo en la Universidad de Chicago, evidenciando la notable influencia de sus ideas en el IS y su aplicación en el área de la Psicosociopedagogia, influyendo a su vez en la Pedagogía Liberadora de Paulo Freire, que se opone a la conveniente educación tradicional impulsada por la clase dominante y esta orientada a la formación de ciudadanos dóciles y obreros capacitados.
“El ser humano es ante todo un ser comunicativo, dialogante, un ser de relaciones intersubjetivas. En definitiva, para Freire la educación liberadora es necesariamente encuentro interpersonal, es decir, diálogo. De lo contrario, no será liberadora sino opresora”. Anastasio Ovejero.
Uno de los aspectos convergentes de la Pedagogía Liberadora de Freire con la Pedagogía Libertaria procedente del anarquismo lo constituye el IS. Dejando a un lado el positivismo sociológico, cuando de concepción de la sociedad se trata, prefiero hablar de filosofía social, y es el caso que una de las premisas características de la ideología anarquista, tomando en cuenta su postura antagónica frente al Estado, se refleja en aquella expresión “desde abajo y por fuera del Estado” como una forma de acción manifiesta de autonomía, orden espontaneo, federación e igualdad, lo cual es coherente con la propuesta de orientación micro-sociológica basada en la reciprocidad interactiva, apoyo mutuo e intersubjetividad del IS.
No obstante, a pesar de que el anarquismo propone una transformación social que parte del hecho o fenómeno educativo, que además el IS fue influenciado por el pragmatismo de Dewey y su idea de democracia radical y activa,  el IS es considerado por algunos como un pragmatismo acrítico en el terreno de los movimientos sociales con limitaciones para el estudio del conflicto social; esto se debe en buena medida a que Mead y Blumer no profundizaron en este aspecto y los posmodernistas le han encontrado un lugar en su vacío relato sin “¿relato?” con cuya impotencia han reforzado el control social y la condición de una servidumbre moderna.
Efectivamente, cuando una sociedad aun no termina de comprender en que forma se manifiesta y le afecta el espíritu e intelecto del episteme positivo, sus actitudes y consecuencias, surge el reforzamiento de un vacío, dícese que como rechazo a grandes cuentos de fantasías incumplidas e irrealizables, obteniéndose como resultado la era poscuentistica, el desarrollo del espíritu e intelecto del episteme posmoderno, análogo al espíritu positivo y complementario a el pues posee características propias y muy singulares: se basa en la fantasía de un cuento sin cuento, en la quietud, el nada que hacer, nada que pensar, la pasividad, la resignación, el confort y la acomodación de una nueva forma de positivismo sociológico, desde el que se festeja con mayor jovialidad el control social, la impotencia y la condición de servidumbre moderna.





Valores e ideología en la Educación (Parte I)

El término educación es amplio y abarca lo sistemático y asistemático, lo formal y lo informal. Esta vastedad que le caracteriza y sus implicaciones en el desarrollo intelectual, ético y social del individuo, da origen a la necesidad de reflexionar acerca del hecho educativo, esto es, Filosofía de la Educación. De las implicaciones antes mencionadas se generan preguntan cuyas respuestas se desarrollan a través de diferentes teorías sociopolíticas, conformándose a su vez diversas corrientes pedagógicas las cuales están provistas de un componente ideológico, tal como lo indica Meszaros: “La dimensión ideológica abarca tanto la formulación de los propios problemas como la elaboración de sus soluciones concretas”.
            La ideología son un conjunto de ideas que tienen en común determinadas personas, son sostenidas tanto individualmente como en grupo, se encuentran enmarcadas en un contexto sociopolítico específico y por consiguiente define un sistema de valores particular. En las diferentes perspectivas ideológicas, en este caso de la Pedagogía, algunos de estos valores pueden ser convergentes o divergentes,  pero el hecho es que dichos valores conforman el fundamento y eje central que caracterizan la identidad de un determinado enfoque; he allí su importancia y especial interés.
            De especial interés, ocupación, y preocupación si es necesario, puesto que aquí se da inicio a lo que se supone ha de ser la correspondencia entre la idea y la acción, la teoría y la praxis, lo que se dice y lo que se hace, ocurriendo de esta manera un distanciamiento entre la práctica educativa (Pedagogía) y los valores, que más allá de reflejar una crisis de valores, denota una crisis ideológica, tomando en cuenta que aquéllos se encuentran contenidos en éstas, y éstas a su vez se encuentran contenidos en el marco de una teoría sociopolítica específica.
            Fukuyama expone en su libro “El fin de la Historia y el último hombre”, su tesis acerca del fin de las ideologías y el desenlace histórico de un mundo final basado en la democracia liberal, gobierno representativo, derechos jurídicos, división de poderes y el capitalismo como expresión única de economía política, en fin, el Estado Social Democrático de Derecho. Esta tesis, aunque niega la voluntad transformadora del hombre y reduce dicha capacidad de transformación al belicismo, interpreta y describe a su vez la realidad sociopolítica dominante que condiciona a otras concepciones ideológicas, sus valores y por ende a las diferentes prácticas educativas.
            Las ideologías suponen una fuerza y un impulso vital puestas de manifiesto a través de formas de representación social caracterizadas por la convicción y el compromiso, pero parecieran estar en proceso de extinción. Si hay algo en común entre cristianos, socialistas, socialdemócratas, comunistas, anarquistas y pare usted de contar de cuanta etiqueta inerte y paralitica que existe, no son precisamente aquellos valores que pudieran serles son comunes, sino la falta de concordancia entre sus acciones y lo que según dicen constituyen sus convicciones, dícese valores, que incluso son desfigurados en sus contrarios.
            Por un lado Jesús tumba las mesas de comercio y expulsa los mercaderes del templo de Jerusalén, y por otro los cristianos en todas sus versiones hacen negocios y se enriquecen ilícitamente dentro y fuera de sus iglesias a expensas de su religión, convirtiéndose en los principales promotores de la desigualdad económica; por un lado los socialistas vociferan igualdad, y por otro erigen jerarquizaciones con élites privilegiadas situadas en la cúspide; por un lado los anarquistas exponen y proponen un orden sin autoridad, y por otro terminan consintiendo gobierno y a la estructura estatal.
            Es evidente que aquellos que dicen ser portadores de ideologías no necesariamente están conscientes de la carga que ello implica. Estos portadores conscientes son una minoría, lo mismo que los portadores de expresiones tiránicas, despóticas y autoritarias; se conforman dos tensiones minoritarias y entre ellas se encuentra la numerosa masa maleable o el siempre dependiente rebaño en espera de alguien a quien seguir, pues al carecer de voluntad propia nada hace por sí misma y es susceptible de adoptar dócilmente la forma del molde que convenga según la situación.