Nosotros no somos los que vivimos de los gobiernos, son los gobiernos los que viven de nosotros precisamente porque lo hemos permitido y aceptado, negando la oportunidad de vivir un mundo mejor y anulando cualquier posibilidad de liberación, porque sencillamente preferimos llevar las cadenas de la pasividad, la tranquilidad, la obediencia, la seguridad, que nos han colocado en beneficio de sus intereses. Si los pueblos eligen a unos o a otros, es porque ese es el camino que por conveniencia de unos pocos se les ha mostrado, sin percatarse que se hacen cada vez más inútiles, toda vez que delegan en otros sus problemas fundamentales cuya solución no son de interés real para nadie, y que lamentablemente nunca hemos entendido que la solución siempre ha estado en nuestras manos. Creo en un mundo sin la pasividad de irresponsables, que atribuyen todos los problemas a la falta de cristo, y basan la justicia en el miedo, el temor y la cobardía a lo imaginario, que además, si tan sólo fueran un poco sensatos, admitirían que su única preocupación es la personal.
La ley de dios es ley del "cielo", él no sabe nada acerca de este mundo; dejemos que dios gobierne su rebaño allá arriba y nosotros lucharemos por librarnos de los ídolos que erigen los rebaños de acá abajo. Desconoce el propósito de su señor, pero si por alguna razón cree que tiene control es porque precisamente la noción de control se encuentra en la mente de los déspotas y autoritarios. Insisto, que la ignorancia es uno de los principales flagelos contra los que hay que luchar, a través de una educación libre, sin dogmas, y no dirigida por interés alguno, ajeno al mismo conocimiento: diverso, heterogéneo y plural. Los únicos terroristas son los estados, quienes financian y sostienen el mercado de armas, pues de este modo intimidan y amedrentan el pensamiento libre; pero esto no es suficiente para alcanzar la dominación, cuando la intimidación se hace inefectiva serán ellos mismos quienes generen la violencia, para así justificar su existencia y mantener su hegemonía sobre la servidumbre.
El día que nos alejemos de los mitos, estaremos más cerca a la solución de los problemas del hombre, el resto de las especies y la naturaleza en general; comprenderemos la naturaleza de la dominación de unos sobre otros y habremos comprendido los valores de la igualdad, la libertad y la justicia. Preocúpate por conocerte a ti mismo y no esperes que sea otro, que apenas puedes suponer e imaginar que existe, te conozca; triste es de aquél que al no conocerse a sí mismo, asumiendo que es otro quien lo conoce, niegue su orgullo y lo oculta irresponsablemente en el orgullo ajeno de un imaginario. Precisamente por ser dios dueño de la tierra, todo cuanto se haga o deje de hacer en ella se hace en nombre de dios; será dios el primer ídolo a derribar. En ningún momento he dicho que el anarquismo sea todo o la solución, despreocúpese, pues el "orgullo" oculto, inconsciente y subconsciente del cristianismo como solución, prevalecerá en un mundo en el que reina la tiranía de la mayoría y en el que por cada 500 cristianos hay un anarquista. Una sociedad desigual, servil e injusta no cambia basándose en el control ni el autoritarismo, un temor que comienza a engendrarse en la familia patriarcal heredada por las tribus hebreas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario