Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

jueves, 10 de julio de 2014

La creación de libertad a través del proceso de razonamiento reflexivo sobre el verdadero conocimiento de sí mismo

 En este escrito describo un modo de como se enlazan las ideas de reflexión, razón, verdad, conocimiento y libertad, partiendo de la experiencia “del cuidado de sí mismo” y el “conócete a ti mismo” como prácticas y principios de moral.
El principio del “cuidado de sí mismo” como parte del desarrollo de la hermenéutica del yo, se ubica en los contextos históricos de la filosofía grecorromana de la antigüedad y la espiritualidad del cristianismo primitivo, y ha estado vinculado con la máxima del “conócete a ti mismo”. La articulación de los conceptos de reflexión, razón, verdad, conocimiento y libertad, con la experiencia del “cuidado de sí mismo”, en principio se manifiesta a través de la búsqueda del conocimiento acerca de sí mismo, un conocimiento acerca de sí mismo que resulta de la cotidianidad, de la vivencia del día a día, que contribuye no sólo a la protección de sí mismo, sino también de cada uno de los miembros de un colectivo en apoyo mutuo. Un conocimiento de sí mismo que implica el conocimiento del alma, no como sustancia o teología del alma, tal como lo aclara Focault en su texto “Tecnologías del yo”, sino en cuanto a una actividad orientada al cuidado de sí mismo.
Esa búsqueda incesante por el “conocimiento de sí mismo” en procura del “cuidado de sí mismo”, es acompañada por otra búsqueda, la búsqueda de la verdad, es decir, que de por sí, ese conocimiento de sí mismo no es suficiente, sino que ha de ser un conocimiento verdadero. Para lograr ese conocimiento verdadero de sí mismo, se propone escuchar la “verdad” de otra perspectiva y escuchar la verdad de su propio yo, de tal manera de encontrar la verdad acerca de sí mismo.
Este proceso de dialogar, escuchar y mirar hacia el propio yo, por un lado supone una reflexión, en este caso, una reflexión acerca del conocimiento verdadero del alma de sí mismo. Una reflexión que concilie, a través de ese diálogo, la oración de otros u oración colectiva y la oración individual de sí mismo, que permitan descubrir la verdad en el alma y las reglas que sirvan de base para la conducta y la acción política, como forma de relacionar el cuidado de sí mismo con el cuidado de los demás.

Por otro lado, supone la razón, en tanto que aplica el arte de escuchar (aprender a escuchar) como elemento fundamental para determinar lo que es verdadero y lo que es falso, es decir, un proceso de razonamiento reflexivo acerca de del conocimiento verdadero de sí mismo, todo este proceso con miras a un único objeto, el fin finalmente último: la creación de la libertad.

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