Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

lunes, 11 de agosto de 2014

Contraposición libertaria frente a las nociones políticas del estatismo


            Aún cuando asociamos la noción de Escuela y Universidad con las ideas de aprendizaje, comprensión, análisis, interpretación y demás actividades que contribuyen al desarrollo cognitivo del hombre, aproximándonos a las más diversas corrientes de pensamiento, teorías, ideologías y cosmovisiones metodológicas de las diferentes áreas de conocimiento, podemos constatar que específicamente en el área de la teoría política sólo ofrecen una perspectiva reduccionista  hacia el estatismo.
No es casual que los recintos académicos vinculen el estudio de las Ciencias Políticas con el de las Ciencias Jurídicas, y que su estudio central gire en torno a la teoría de Estado. Sin embargo, mi especial interés es la educación y la pedagogía, los educadores y los pedagogos, es decir, la enseñanza y el aprendizaje del conocimiento, y es el caso, que los docentes también poseen la visión reducida del conocimiento de teoría política basada en el estatismo.
Resulta obvio porque los estudiantes, hijos de trabajadores y campesinos, no conocen otra forma de organización social, política y económica, diferente al Estado, ni mucho menos la cree posible. En el ámbito de las posibilidades, el idealismo reinante, en ocasiones genuino, y en otras, disfrazado de materialismo, la posibilidad de ver a Dios es mayor que la posibilidad de considerar posible una forma de organización diferente al Estado; Dios y Estado van tomados de la mano y las Escuelas y Universidades se encuentran a su servicio.
Tal como expresaría claramente Mijaíl Bakunin, anarquista ruso (30 de mayo de 1814-1 de julio de 1876): “Hay una categoría de gentes que, si no cree, debe menos aparentar que cree. Son todos los atormentadores, todos los opresores y todos los explotadores de la humanidad. Sacerdotes, monarcas, hombres de Estado, hombres de guerra, financistas públicos y privados, funcionarios de todas las especies, policías, carceleros y verdugos, monopolizadores, capitalistas, empresarios y propietarios, abogados, economistas, políticos de todos los colores, hasta el último comerciante, todos repetirán al unísono estas palabras de Voltaire: Si Dios no existiese habría que inventario. Porque, comprenderéis, es precisa una religión para el pueblo. Es la válvula de seguridad.”
Ahora que hago alusión del fragmento de “Dios y el Estado” de Mijaíl Bakunin, es necesario destacar, que el anarquismo no es la única corriente de pensamiento que se caracteriza como antiestatista. Algunos liberales y comunistas, sensatos y de convicción, coinciden en situarse como antagonistas del Estado, pero la experiencia histórica demuestra como han terminado seducidos por el poder económico y político que la superestructura estatal les concede; el poder político es necesario para asegurarse el poder económico y viceversa.
Pero más allá de las etiquetas de corrientes de pensamiento y su postura frente al Estado; más allá de que algunos individuos consientan ser sometidos por una minoría privilegiada que detenta el poder estatal, que prefieran su protección ante una amenaza de violencia que es generada por el mismo Estado y elijan su tutelaje entregándole la libertad a cambio; más allá de que algunos individuos anhelen gobernar a otros por considerar de manera arrogante poseer cualidades, capacidades y virtudes que aquél no posee;  todo individuo libre y solidario con sus iguales no puede desear otra cosa que la abolición del Estado.
He aquí que presento un conjunto términos descriptores de la clásica teoría política, con el fin de exponer su contraposición libertaria. Se parte de la noción de Estado puesto que constituye el eje central de esta teoría tradicional; el gobierno, la representación del Estado; los ciudadanos, la servidumbre moderna; la nación, un pretexto de dominación y cercas de poder; el contrato social, la imposición de un acuerdo inexistente; la historia, un relato de dominación y poder; la gobernabilidad, la capacidad de someter; el progreso, el fracaso de una ilusión.
En el desarrollo de cada término se incluyeron fragmentos de diferentes textos libertarios, tales como: Así hablaba Zaratustra de Friedrich Nietzsche; Dios y el Estado de Mijaíl Bakunin; La anarquía y el método del anarquismo de Errico Malatesta; Estatismo y anarquía de Mijail Bakunin;  República y anarquía de Converti; El Estado de Piotr Kropotkin; La rebelión de las masas de Ortega y Gasset; El político y el científico de Max Weber.


ESTADO

            Estado se llama al más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: "Yo, el Estado, soy el pueblo". Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra.

            “En el fondo, la conquista no sólo es el origen, es también el fin supremo de todos los Estados grandes o pequeños, poderosos o débiles, despóticos o liberales, monárquicos o aristocráticos, democráticos y socialistas también, suponiendo que el ideal de los socialistas alemanes, el de un gran Estado comunista, se realice alguna vez.” Mijail Bakunin, El principio del Estado.

            “El Estado no se llamará ya monarquía, se llamará república, pero no dejará de ser Estado, es decir, una tutela oficial y relarmente establecida por una minoría de hombres competentes, de hombres de genio o de talento, virtuosos, para vigilar y para dirigir la conducta de ese gran incorregible y niño terrible: el Pueblo.” Mijaíl Bakunin, Dios y el Estado.

            “Es el conjunto de todas las instituciones políticas, legislativas, jurídicas, militares, financieras, etc., por medio de las cuales se arrebata al pueblo la gerencia de sus propios asuntos, la dirección de su propia seguridad, confiándolas a algunos que, por usurpación o por delegación, se hallan investidos del derecho de legislar sobre todo y para todos y de forzar al pueblo a respetarlos, valiéndose del apoyo que les presta el poder de todos.” Errico Malatesta, La anarquía y el método del anarquismo.

            “Esta reacción no es otra cosa que el coronamiento de la idea antipopular del Estado nuevamente constituido, cuyo único fin es organizar la explotación más vasta del trabajo en provecho del capital que está concentrado en manos de un puñado: así, pues, es el triunfo del reino de la alta finanza, de la bancocracia bajo la protección poderosa del poder fiscal, burocrático y policial que se apoya sobre todo en la fuerza militar y es, por consiguiente, esencialmente despótico aun enmascarándose bajo el juego parlamentario del pseudoconstitucionalismo.” Mijail Bakunin, Estatismo y anarquía.

            “Por consiguiente, ningún Estado, por democráticas que sean sus formas, incluso la República política más roja, popular sólo en el sentido mentiroso conocido con el nombre de representación del pueblo, no tendrá fuerza para dar al pueblo lo que desea, es decir la organización libre de sus propios intereses de abajo a arriba, sin ninguna ingerencia, tutela o violencia de arriba, porque todo Estado, aunque sea el más republicano y el más democrático, incluso el Estado pseudopopular, inventado por el señor Marx, no representa, en su esencia, nada más que el gobierno de las masas de arriba a abajo por intermedio de la minoría intelectual, es decir de la más privilegiada, de quien se pretende que comprende y percibe mejor los intereses reales del pueblo que el pueblo mismo.” Mijail Bakunin, Estatismo y anarquía.

            “Se define Estado como la institución que posee el monopolio legítimo de la violencia en un territorio”. Max Weber, El político y el científico.
           

GOBIERNO

“El gobierno no es un placer, es un penoso deber: no se busca en él la satisfacción, sea de la ambición, sea de la vanidad, sea de la avidez personal, sino sólo la ocasión de sacrificarse en beneficio de todo el mundo. Es por eso, sin duda, que el número de los competidores en las funciones oficiales es siempre tan pequeño, y por lo que, reyes y ministros, grandes y pequeños funcionarios, no aceptan el poder más que a disgusto.” Mijaíl Bakunin, Dios y el Estado.

“Y si a los efectos naturales de la costumbre se agrega la educación recibida del mismo patrón, del sacerdote, del maestro, etc. -interesados todos en predicar que el gobierno y los amos son necesarios, y hasta indispensables-; si se añaden el juez y el agente de policía, esforzándose en reducir al silencio a todo aquél que de otro modo discurra y trate de difundir y propagar su pensamiento, se comprenderá cómo el cerebro poco cultivado de la masa ha logrado arraigar el prejuicio de la utilidad y de la necesidad del amo y del gobierno.” Errico Malatesta, La anarquía y el método del anarquismo.

“Gobierno significa delegación de poder, es decir abdicación de la iniciativa y de la soberanía de todos en las manos de algunos; administración significa delegación de trabajo, es decir encargo asignado y recibido, intercambio libre de servicios fundado en pactos libres. El gobierno es un privilegiado, puesto que tiene el derecho de mandar a los demás y de servirse de las fuerzas de los demás, para que triunfen sus ideas y deseos particulares; el administrador, el director técnico, etc., son trabajadores como los demás, cuando, se entiende, lo sean en una sociedad en la cual todos tengan los mismos medios para desarrollarse y todos sean o puedan ser a un mismo tiempo trabajadores intelectuales y manuales, y no queden más diferencias entre hombres que las que se deriven de la diversidad natural de las aptitudes, y todos los trabajadores, todas las funciones den un igual derecho a disfrutar de las ventajas sociales. No confundir la función gubernamental con la función administrativa, que son esencialmente distintas, y que si hoy se encuentran a menudo confundidas, es solo por causa del privilegio económico y político.” Errico Malatesta, La anarquía y el método del anarquismo.

“Los estadistas más avanzados sostienen que el gobierno se creó para hacer respetar el pacto social. Absolutamente falso. La historia nos da la razón. El gobierno es un organismo que sirve para mantener los privilegios de la clase dominante y solamente puede subsistir con la división de la sociedad en clases. Pero aun admitiendo que el gobierno pueda hacer respetar el pacto social, siempre continua siendo, empero una violación permanente de la libertad, porque un pacto libremente contraído debe ser siempre libremente modificado, y una fuerza que nos obligue a respetar lo que voluntariamente se aceptó y queremos modificar, viola nuestra libertad. “El soberano -escribió Rousseau-, es decir, el pueblo, puede muy bien decir: quiero actualmente lo que quiere fulano, o, por lo menos, lo que dice querer; pero no puede decir que lo que fulano querrá mañana lo querrá él también, y, por tanto, es absurdo imponer cadenas a la voluntad futura, que no debe depender sino de sí misma”. El gobierno, pues, considerándolo desde el punto de vista mejor, no puede conciliarse con la libertad. Tendrá que hacer respetar el pacto que le dio origen, pero como la sociedad varia continuamente, al día siguiente de constituirse un gobierno se halla, por su misma esencia, en oposición con las necesidades del pueblo. La sociedad, progresa; el gobierno es estacionario. Por esto no es posible un progreso continuo, sustituir la revolución sangrienta por la evolución continua de la sociedad sin quitar de en medio lo que se opone a esta evolución: el gobierno.” Converti, República y anarquía.

“El gobierno es un simple particular, que pretende de modo exorbitante, someter a su autoridad al conjunto de otros particulares de los que extrae su poder.” Gustave Courbet.


NACIÓN

            “La patria y la nacionalidad son, como la individualidad, hechos naturales y sociales, fisiológicos e históricos al mismo tiempo; ninguno de ellos es un principio. Sólo puede considerarse como un principio humano aquello que es universal y común a todos los hombres; la nacionalidad separa a los hombres y, por tanto, no es un principio.” Mijaíl Bakunin, Patria y nacionalidad.


CIUDADANO

            “Admitir que los ciudadanos constituyan entre sí una federación que se apropie algunas de las funciones del Estado, hubiera sido, en principio, una contradicción. El Estado pide a sus súbditos la sumisión directa, personal, sin intermediarios; quiere la igualdad en la servidumbre, no puede admitir el Estado dentro del Estado.” Piotr Kropotkin, El Estado.


CONTRATO SOCIAL

            “Se ve que en esta teoría, la sociedad propiamente dicha no existe; la sociedad humana natural, el punto de partida real de toda civilización humana, el único ambiente en el cual puede nacer realmente y desarrollarse la personalidad y la libertad de los hombres, le es perfectamente desconocida. No reconoce de un lado más que a los individuos, seres existentes por sí mismos y libres de sí mismos, y por otro, a esa sociedad convencional, formada arbitrariamente por esos individuos y fundada en un contrato, formal o tácito, es decir, al Estado (Saben muy bien que ningún Estado histórico ha tenido jamás un contrato por base y que todos han sido fundados por la violencia, por la conquista. Pero esa ficción delcontrato libre, base del Estado, les es necesaria, y se la conceden sin másceremonias).” Mijaíl Bakunin, Dios y el Estado.

“Los anarquistas presentamos un método nuevo; la libre iniciativa de todos y el pacto libre después de que, abolida revolucionariamente la propiedad privada, todos estén en posesión de igualdad de condiciones para disponer de la riqueza social. Es te método, no dejando lugar a la reconstitución de la propiedad privada, debe conducir, por medio de la libre asociación, al triunfo del principio de solidaridad.” Errico Malatesta, La anarquía y el método anarquista.


HISTORIA

            “El materialismo rechaza el principio de autoridad porque lo considera, con mucha razón, como el corolario de la animalidad y, al contrario, el triunfo de la humanidad, que según él es el fin y el sentido principal de la historia, no es realizable más que por la libertad.” Mijail Bakunin, Dios y el Estado.

            “La historia, en el sistema de los idealistas, he dicho ya, no puede ser más que una caída continua. Comienzan con una caída terrible, de la cual no se vuelven a levantar jamás: por el salto mortale divino de las regiones sublimes de la idea pura, absoluta, a la materia. Observad aun en qué materia: no en una materia eternamente activa y móvil, llena de propiedades y fuerzas, de vida y de inteligencia, tal como se presenta a nosotros en el mundo real; sino en la materia abstracta, empobrecida, reducida a la miseria absoluta por el saqueo en regla de esos prusianos del pensamiento, es decir, de esos teólogos y metafísicos que la desproveyeron de todo para dárselo a su emperador, a su Dios; en esa materia que, privada de toda propiedad, de toda acción y de todo movimiento propios, no representa ya, en oposición a la idea divina, más que la estupidez, la impenetrabilidad, la inercia y la inmovilidad absolutas.” Mijail Bakunin, Dios y el Estado.

            “La historia es un puñado de mentiras acordadas”. Napoleón Bonaparte.

            “Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo”. Jean Paul Sartre.

            “¿Quiénes son los guardianes de la historia? Los historiadores naturalmente. Las clases educadas, en general. Parte de su trabajo es el de conformar nuestra visión del pasado de manera que sostenga los intereses del poder presente. Si no lo hacen así, serán probablemente marginados de una manera o de otra.” Noam Chomsky.


No hay comentarios:

Publicar un comentario