Zaratustra se marchó a la montaña; esperando gozar de su soledad se encontró con Caín, Prometeo y Sísifo; obviamente,no salió nada "bueno" para los "buenos": Bajó de la montaña
el Zaratustra anarquista y rebelde.

martes, 25 de febrero de 2014

Discurso de un anarquista dentro del militarismo (Parte I)

En las primeras semanas del mes de Febrero del año 2012, siendo Mayor de la Aviación Militar Bolivariana, fui designado como comandante de un curso de asimilación militar que se dictaría a un grupo de profesionales de diferentes áreas. Para nadie es un secreto las dificultades por las que atraviesan gran parte de los profesionales en este país para conseguir empleo y que estos procesos de asimilación son vistos como una oportunidad para alcanzar estatus, beneficios, privilegios y aspirar a ser incluidos en un sistema de seguridad y bienestar social. He aquí que estas aspiraciones no sólo contribuyen a la profundización de un militarismo que en sí mismo es contario a las ideas de igualdad y libertad del socialismo, o al menos las del anarquismo, sino que limita y merma la capacidad de desarrollo intelectual y profesional de los egresados de las diferentes Universidades en las diferentes áreas de conocimiento.
            Por supuesto, quienes me nombraron para este cargo sabían perfectamente que no estaban designando a ninguno de sus autoritarios próceres independistas, y mucho menos a un Bolívar, considerando además que desde el año 2009 había decidido difundir frontalmente las ideas anarquistas dentro del medio militarista. Los militaristas Generales, sus militaristas seguidores y los no seguidores aún cuando tengan que cumplir sus órdenes, saben perfectamente cuales son los criterios bajo los cuales hacen las designaciones, desde una simple comisión indeseable que les hace rehuir, hasta una deseable y muy apetecible comisión de estudio internacional.
            Al hacer mención del autoritario de Bolívar no pude evitar recordar su frase que dice: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria” y es que un autoritario no puede sino pensar de esta forma para justificar su imposición sobre otros. Los militaristas cuando perciben o intuyen que otro militarista no aplica este precepto le denominan a esto “falto de carácter para comandar” y esta es la educación autoritaria que ha prevalecido en nuestra deprimente sociedad. Es necesario transformar la sociedad autoritaria a una sociedad libertaria a través de la educación libertaria y enseñar que “Quienquiera que ponga su mano sobre mí para gobernarme es un usurpador y un tirano y le declaro mi enemigo”, Pierre Joseph Proudhon, tan simple como eso, un libertario no desea gobernar ni ser gobernado.
            El mismo día de ingreso, para recibir a los aspirantes a oficiales asimilados, se haría un acto castrense al cual fui designado para la simpática ocasión de dar un discurso; simpática por el hecho de considerarla  una gran oportunidad para la difusión del ideal anarquista. El resultado de ese discurso, luego de tres adaptaciones que me obligaron hacer, es el que a continuación les presento y dejaré para la siguiente parte del artículo los detalles de dichos cambios:


“Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia, socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad” Mijaíl Bakunin, filosofo socialista (anarquista) ruso (1814-1876) frase extraída de su obra “Declaración del socialismo” (“Dios y el Estado”).

En un siglo XIX, en el que el mundo se encontraba influenciado por las ideas liberales de la Revolución Francesa, en la que se reforzaron los valores de la igualdad, libertad y justicia, y comenzaron a construirse los Estados-Naciones y las Repúblicas, sólo un hombre supo diferenciar su sueño e ideal de aquellos proyectos republicanos-liberales; me refiero a Simón Bolívar, El Libertador. Por supuesto, esto no fue casual ni accidental, gracias a los aportes de su mentor, el pedagogo Simón Rodríguez, quien a su vez fue influido por las ideas de Fourier y otros socialistas utópicos. Hoy día y desde el mismo día de su muerte, los esfuerzos de nuestro Libertador por lograr la libertad han resultado insuficiente. Su anhelo de libertad es una obra inconclusa que ha de continuarse y ampliarse, pues la libertad dada no es libertad, y la emancipación requiere de una conciencia de lucha adquirida y una acción de lucha emprendida por cada individuo y cada colectivo; individuo y colectivo deben estar en posibilidad de decidir libremente como va accionar en pos de la revolución anticapitalista que nos hemos propuesto realizar y es liderada por nuestro Comandante Presidente, he aquí su contribución.
Este proyecto de revolución anticapitalista necesariamente tiene que ser libre, igualitario y justo, para ello, han de ser los propios explotados y oprimidos, quienes a partir de sus organizaciones de base, construyan y autogestionen el poder popular, que haga posible la anulación y abolición, completa y absoluta del capital, y por consiguiente, del dominio de una clase social sobre el pueblo trabajador. Para ello es preciso no incurrir en soluciones reformistas o revisionistas que minimicen las penurias que ocasiona el neoliberalismo; preciso es mantener nuestro carácter revolucionario, teniendo siempre presente que no se trata de suavizar con capital los estragos del capital, sino, como ya he dicho, aboliendo el capital. El reto es titánico como titánico es nuestro espíritu de lucha; una lucha cuyo primordial instrumento es la educación, a fin de vencer la ignorancia y el desconocimiento en la que se encuentra sumida la clase trabajadora explotada, normalmente pobre, que sólo cuenta con su fuerza de trabajo y es forzada a venderla al más bajo costo a los burgueses. Efectivamente, la educación, sino el único, es el principal bastión, puesto que por ese mismo desconocimiento, los ricos no sólo han causado la miseria de los pobres, sino que también los mismos pobres, en correspondencia, han creado la riqueza de los ricos, constituyéndose así, como principal obstáculo para lograr la igualdad, no precisamente el orgullo de los aristócratas, sino el egoísmo indisciplinado de los pobres.
De esto se trata, de estar dispuesto a dar todo por Venezuela y ese ha de ser el sello más distintivo de cada uno de ustedes quienes hoy se encuentran cruzando el umbral del primer Instituto de formación castrense de nuestra Aviación Militar Bolivariana, dejando atrás el hogar, los amigos y los recuerdos; mientras se entremezclan alegrías y tristezas, a su vez se proyectan sueños y esperanzas que se cumplirán con el paso del tiempo. Aman a su patria tan profundamente, que se harán oficiales para luchar por las adversidades internas y externas que atraviesa el país. Tengan siempre presente que si se puede cuando se está decidido, cuando comprometes tu voluntad para lograr lo que deseas alcanzar; que si se puede cuando ante cada obstáculo muestras temple y con mayor decisión los empiezas a enfrentar.

Aquí en las aulas de esta casa de estudios, encontrarán un grupo de amigos, un experimentado equipo castrense, líderes sensatos y juiciosos, dispuestos totalmente a generarles propósitos, direccionarlos, motivarlos, y a brindarles el apoyo que requieran en todo momento, con el fin de suministrarles todas las herramientas necesarias para asumir con devoción los deberes y responsabilidades que son impuestas y deducidas a los soldados de la patria.
Encontrarán entonces un entorno matizado por la guía permanente de un inmejorable cuerpo de oficiales; el compromiso irrestricto de docentes e instructores militares y civiles, cuya experiencia está probada, y su entrega total a la causa que defendemos, es el mejor pergamino, aunada a una formación integral que la hora actual demanda del futuro Oficial de la Aviación. Sean ustedes bienvenidos y les deseo todo lo mejor en este camino que comenzarán a transitar a partir del día de hoy, salud, libertad, igualdad, justicia, paz, independencia, estabilidad, progreso y grandeza. Finalmente, elevemos una plegaria a Dios para que les llene de fortaleza y les conduzca a una feliz y exitosa culminación de este proceso de asimilación, así como también, orar por la pronta, completa y plena recuperación de la salud del Comandante Presidente.
Independencia y patria socialista. Muchas gracias.

lunes, 24 de febrero de 2014

Breve relato de la vida de un anarquista (parte II)

Una vez egresado del bachillerato conseguí mi primer trabajo en una contratista de telecomunicaciones, allí fui testigo del carácter burocrático de las comunicaciones al identificar que existía una pirámide jerárquica cuya cumbre era ocupada por las operadoras de telefonía, en un segundo plano los fabricantes de equipos, en el tercer escalón las grandes contratistas, en el cuarto escalón pequeñas contratistas, y finalmente en el último escalón los subcontratados. Tal vez no se tenga la mínima idea de los cuantiosos ingresos que percibe el sector de comunicaciones, peor aún, un alto porcentaje de dichos ingresos quedan en la cumbre piramidal de los tres primeros escalones, esto es, operadoras, fabricantes y grandes contratistas; a medida que se desciende en la pirámide, descienden los ingresos, hasta llegar al último escalón, donde realmente se ejecuta el trabajo y además ocurre el descenso de ingresos más abrupto. Justo en este escalón me encontraba yo.
            Luego fui a dar en una empresa de seguridad electrónica dedicada a la instalación de sistemas de video vigilancia, control de acceso, sistemas de alarma y prestación de servicios de mantenimiento de los mencionados sistemas. Al tiempo supe que esta empresa pertenece a un Coronel del Ejército poderosamente influyente que trabaja en el área de inteligencia de la Fuerza Armada, y dicho sea de paso, posee otras empresas que ha posicionado dentro de la misma Fuerza Armada. Ratifiqué que estaba en presencia de la más auténtica mafia organizada, pues todos los militares de alto rango hacen exactamente lo mismo; ratifiqué que la cumbre militarista es la más auténtica expresión liberal, capitalista y burguesa de este socialismo del siglo XXI, a quién el pueblo ingenuamente le confía su seguridad y defensa, sin advertir que la única seguridad que les preocupa es la de sus propios intereses. Noté que esta realidad militarista se traspola a las élites de la política representativa, que viven de la ingenuidad de aquellos quienes aún creen en la necesidad de ser representados; noté que esto que llaman unión cívico-militar, no es más que una idea renovada de la mafia organizada de las élites militaristas  y las élites politiqueras.
            Hace algunos años, mi hermana menor me ayudó económicamente en la compra de un vehículo, y debido a estas reveladoras y poco agradables experiencias de trabajo, opté por trabajar como taxista, considerando que de esta manera evito en lo posible ser víctima o cómplice de este sistema corrupto y explotador, procurando además ofrecer un servicio de transporte económico para la comunidad pese a que aún así vivo y sobrevivo bajo las condiciones que impone el capital.
            A mis 23 años de edad, luego de haber caído en mis manos un libro de filosofía, me convertí en un asiduo lector de libros de la ciencia del amor al saber, principalmente de Ortega y Gasset, Schopenhauer, Sartre, Cioran, Camus y muy especialmente de Nietzsche. Confronté cuanta idea tenía concebida acerca de la moral, la ética, la religión y los dioses, excepto aquellas relacionadas con la política y la economía, puesto que por alguna razón me producían más asco que las anteriores; aunque leí fragmentos interesantes tales como “El mayor peligro el Estado” en “La rebelión de las masas” de Ortega y Gasset, o bien, “El nuevo ídolo” en “Así hablaba Zaratustra” de Nietzsche, me parecieron meras ideas contemplativas que describían la triste realidad de una especie humana sometida al régimen estatal, y la triste realidad de mi propia existencia, puesto que para entonces desvelé la deprimente farsa de una sociedad corrupta, que aparenta ser lo que no es y se oculta bajo los mantos moralistas del cristianismo y el socialismo.
En cuanto a la moral, la ética, la religión y los dioses, destroné todo precepto de la educación moral cristiana, católica, apostólica y romana que recibí de mis padres, al dar muerte a Dios en un acto reflexivo y premeditado de frialdad desmesurada, movido por una auténtica causa de emancipación. Es cierto que este personaje no es ni santo ni poderoso, tan cierto como que yo estoy lejos de ser el mejor de todos los asesinos de Dios, lo cual hace que mi crimen aparentemente sea un hecho irrelevante, considerando que otros criminales se me adelantaron y que a pesar de que el número de asesinos va en aumento, aún este personaje de ficción goza de la veneración e idolatría de un enorme rebaño que se somete a la tamaña mentira de los pastores representantes en la tierra del susodicho omnipotente.

Sin embargo, aunque en apariencia es irrelevante, no hay duda de que el primer paso en el camino hacia la libertad es el magnicidio imaginario de un personaje imaginario, tomando en cuenta que para que sea posible la tan hablada, comentada, mencionada y anhelada libertad, es necesario que también sean posibles otros elementos que están directamente relacionados con ella: voluntad, autodeterminación, autonomía y espontaneidad, y la dependencia de los seres frente a un origen único, la cual siempre termina identificándose con Dios, es contraria a todas ellas y a la libertad misma.

jueves, 20 de febrero de 2014

Breve relato de la vida de un anarquista (parte I)

Nací en Caracas un 7 de diciembre de 1974; hijo de María Isabel Hernández Navas, nacida en Palo Negro, Estado Aragua, y de Bartolo María Rivas Rivas, oriundo de un pueblo llamado Querepare, cercano a la Península de Paria, Estado Sucre, y hermano de Virgmary Jackeline, Marysabel y José Félix, nacidos todos en Caracas. Por razones que desconozco, desde temprana edad comencé a dar signos de ser un niño aislado, apartado y solitario, casi tendiente al autismo; cuando cursaba el preescolar me orinaba en los pantalones y normalmente era conducido al aula de mi hermana mayor, quien me lleva un año de edad y también se encontraba en el preescolar; cursando el tercer grado de educación básica o primaria, reprobé todas las asignaturas, aún así el Maestro Rómulo tenía intenciones de promoverme al cuarto grado, a lo cual mis padres se negaron rotundamente, por lo que repetí el tercer grado, y durante las vacaciones de Agosto de ese año vi mi habitación convertida en una celda mientras veía además, como el resto de mis hermanos disfrutaban con juegos de sus días de asueto.
Mi madre tiene tercer año de bachillerato aprobado y trabajó hasta el día que contrajo matrimonio con mi padre, pues ambos decidieron que lo mejor sería que ella se dedicara al hogar, y ciertamente a lo largo del tiempo puede evidenciar que no existía un ser más abnegado en el hogar que mi madre, pues nunca paraba cuando de limpieza, comida y atención de sus hijos se trataba; mi padre tiene sexto grado de primaria aprobado, que para entonces vaya que si equivaldría a un título de bachillerato de hoy día, además realizó un curso técnico de contaduría, equiparable a un título de licenciado en contaduría, y dado el amplio dominio que adquirió en dicha área, alcanzó a ocupar importantes cargos gerenciales en la administración pública, específicamente en lo que se conoció como Corpoindustria. Mis padres, coincidían ambos en que el legado y herencia que dejarían a sus hijos sería la educación; supongo que a esto se debió su intuitiva, determinante y decidida actitud conductista, frente a la reprobación de mi tercer grado, muy a pesar de las intenciones del Maestro Rómulo.
El hogar de nuestra familia fue variable, vivimos en Palo Negro, Guaruto, La Esmeralda y El Limón, y no fue sino hasta mis siete años de edad, cuando mi padre pudo adquirir un apartamento ubicado en el tercer piso de un edificio del Sector 12 de Caña de Azúcar. El edificio no contaba con canchas deportivas, mas si con una placita cuyos banquitos en dos de sus extremos hacían las veces de cancha de futbolito, y allí pasábamos la mayor parte de nuestros momentos de recreación mi hermano menor y yo.
Comencé a interesarme por la electrónica y antes de culminar mi sexto grado ya me había propuesto realizar mis estudios de bachillerato en la Escuela Técnica Industrial “Joaquín Avellán”. En esta etapa de mi vida, aún conservaba mis rasgos característicos de personalidad que me acompañaron desde mi infancia, me mantenía aislado, apartado y solitario, pero menos retraído; ya el sistema educativo a través de sus escalas de juicio no me veía como un mal estudiante, sino por el contrario, ya era visto como un buen estudiante incluso ante los ojos de mis padres. Siempre fui un estudiante que iba de su hogar al liceo y del liceo a su hogar, mientras veía como otros compañeros de clases hacían vida en el liceo o fuera de el, y no en sus hogares precisamente. 

Uno de los aspectos con los que me tocó lidiar a lo largo de mis estudios en la E.T.I. “Joaquín Avellán” fue cuando me percaté que era un liceo de “estudiantes” tirapiedras, algunas veces llamados erróneamente como agitadores. Hoy día, reflexionando al respecto, pienso que los niños, adolescentes y jóvenes, siendo rebeldes por naturaleza, no saben nada acerca de la rebeldía y la agitación, y desconocen todo el trasfondo intelectual que hay tras esas palabras, pues su final es del todo predecible, terminan siendo domesticados por la adultez. Quienes me conocen sabrán de mis descuidos y mi escasa memoria, poco lo soy cuando de leer y escribir se trata, pero esta es la excepción, pues hoy comprendo lo que alguna vez leí en un texto cuyo título y autor no recuerdo: “… si el rebelde después de los treinta años no conserva su rebeldía, es porque sencillamente nunca lo fue”. Efectivamente, mientras los hoy domesticados tirapiedras del ayer “agitaban” las calles, yo intuitivamente luchaba por no ser absorbido por su tribu, nunca me sentí solo pues siempre he sido un ser aislado, apartado y solitario, ocasionalmente un poco de temor, lo cual es natural, pero como diría Nietzsche: “ Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo”.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Difusión libertaria anarquista

"Entre campesinos, trabajadores y estudiantes". Es una publicación destinada a ser distribuida en los campos, fábricas y zonas industriales, líceos y universidades, en los alrededores de Maracay y en lo posible en toda Venezuela. Dicha publicación comprende una sección de TEXTO ANARQUISTA RECOMENDADO DEL MES, BIOGRAFÍA ANARQUISTA DEL MES, FRASE ANARQUISTA DEL MES, DEFINICIÓN DE TÉRMINOS ANARQUISTA DEL MES, los cuales serán seleccionados según el criterio de anarquistas nacidos en el mes en curso. "Entre campesinos, trabajadores y obreros" está inspirada en la necesidad de difundir y divulgar información teórica sobre el anarquismo, sembrando la semilla de la educación libertaria y sus principios, de tal manera que no deformen sus principios y fieles a sus convicciones se proteste cuando pretendan ser deformados, continuamente haciendo honor a la sensatez libertaria, haciendo a un lado a aquellos compañeros que intenten reconciliar las ideas anarquistas con la cooperación con los gobiernos o simpatizar de la economía capitalista, transnacionales y sus dólares. No hay cabida para consentir tal vacilación ideológica de nuestros principios ante este deforme discurso conservador de anarquistas progubernamentales y reformistas. En este primer número fueron seleccionados: Jean Guyau, nacido el 28 de octubre de 1854, y su libro publicado en el año 1886 titulado "Esbozos de una moral sin obligación ni sanción"; la biografía de Néstor Makhno, nacido el 27 de octubre de 1889 y una frase de Max Stirner (25 de octubre de 1806) extraída de su libro "El único y su propiedad" publicado en el año 1844.


¡¡¡Abajo los capitalistas, abajo los gobiernos!!!

martes, 8 de octubre de 2013

12 de Octubre Anarquista

12 de Octubre de 1492, fecha que ha quedado reducida a mera polémica debido a la estéril búsqueda de su interpretación o significación histórica y cultural. Pero más allá de la miseria de un historicismo que además concibe la realidad humana como producto del resentimiento, hay un hecho que prevalece que no requiere de un inútil método historicista, sistemático y riguroso para evidenciarlo, y no está condicionado por espacio geográfico o momento histórico, esto es el eterno retorno de la explotación, la opresión y la tiranía. Hablamos de la tiranía y la dominación que ejercieron los conquistadores españoles sobre los indígenas hace 521 años y no estamos conscientes de las nuevas formas de tiranía con las que nos oprime el sistema actual, no menos dominante y opresor que los conquistadores españoles; más aún, la opresión en las comunidades indígenas, las cuales también tenían sus jerarquías y sus estructuras de poder, no llegó con la corona española, pues el imperio Inca como el azteca fue tan sangriento como cualquier otra experiencia sanguinaria en la historia de la humanidad.

Porque hoy día resistimos ante este sistema capitalista y estatista, opresor, explotador y corruptor. Porque la resistencia indígena de hoy día se ha domesticado ante prebendas estatales que ofenden su dignidad, a cambio de ser desplazados y dejar el camino abierto al estado, para otorgar concesiones a transnacionales para la explotación forestal y minera. Porque han desnaturalizado el carácter originario de las comunidades indígenas.

Estamos en contra de:
ü Los decretos de resistencia. La resistencia indígena de hace 521 años ni ninguna otra resistencia como la nuestra no se decreta, ni se concede en papel de regalo capitalista ni estatal.
ü El estado y sus concesiones a transnacionales para la explotación de minerales, que además han ocasionado desplazamientos y atropellos  en las comunidades indígenas, para convertir esa tierra donde viven en otro emprendimiento industrial, minero o forestal. Tales son los casos de IIRSA y la carboléctrica  en Guasare (Edo. Zulia).

ü Las condiciones no “originarias” de nuestras comunidades indígenas “originarias”: salarios, títulos de propiedad, cedulación, nacionalización, derechos constitucionales, todos ellos productos no “originarios”  de la forma de organización “originaria” de nuestras comunidades indígenas.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Mi hediondez ante el juzgado anarquista

En lo absoluto, no existe nada de inédito, sólo la continuidad infinita de un ciclo de nunca acabar. Nuevas formas de tiranía dan paso a nuevas formas de rebeldía, hasta que la desgraciada humanidad, que tanto daño oculta en el engaño de una ilusión, que tanto sacrificio ha demandado para alcanzar su destructora y fracasada idea de evolución y progreso, adquiera conciencia de sí misma, uno a uno cada uno.

Me considero un anarquista con aspiración de comunismo anarquista y con corazón de anarquismo individualista. Es mi convicción, con  la que coinciden muchos compañeros y divergen otros muchos más, que en comunismo anarquista es posible el pleno desarrollo de cada uno por igual y a su vez, la garantía de nuestra anhelada libertad, que no se anuncia ni se decreta en la ficción de un papel  constitucional. Un desarrollo individual y una libertad que nos facultará de una continua prudencia que comienza en cada uno, y que nos mantendrá siempre alerta ante el también continuo resurgir de lo estático, lo estatuido, el estatismo y la institucionalización;  una precaución, que ante la amenaza de lo estático, lo estatuido, el estatismo y la institucionalización, no se delega en ningún organismo corrupto y corruptor, sino que es ejercido por cada uno y no todos mientras no se incluya a cada uno.  

Mi postura de rechazo frente al capital, las fronteras, los estados-naciones, las patrias, los gobiernos, la explotación, el maltrato animal, como fuentes de la discordia humana, concuerdan con muchas ideas del anarquismo, después de todo creo que el anarquismo también es un sentimiento que se basa en las experiencias de injusticias, desigualdad y tiranía vividas, pero tan marcadas coincidencias no me hacen necesariamente anarquista. Estas ideas y estos anhelos no son exclusivos del anarquismo, y la diversidad humana, el mismo anarquismo y menos aún mi propia existencia, la someteré a tal reduccionismo mental que conlleva a la intolerancia y al juicio. Ningún concepto me agota y menos aún cuando de forma gratuita gano el repudio de los también considerados anarquistas como yo. Si recibo el desprecio y el juicio de los considerados anarquistas, tal vez sea porque yo no lo soy, y qué importancia tiene este hecho insignificante, si mi causa responde a mis circunstancias y mis circunstancias son únicas, conocidas y comprendidas únicamente por mí, que las he vivido, las vivo y las viviré. Si en  la abstracción del anarquismo y sus expresiones autoritarias, despóticas, conservadoras, reformistas y socialdemócrata, no hay respuesta ni consideración a esto, pues esto que se conoce como anarquismo me ha quedado pequeño, y en realidad me importan poco las etiquetas, impuestas o asumidas, aceptadas o rechazadas, que niegan mi realidad, mis causas y mis circunstancias.

Sin embargo, indefectiblemente no dejo de simpatizar con el anarquismo y menos aún con este mensaje de Errico Malatesta, siempre oportuno para todos los anarquistas sin distinción de contexto geográfico o histórico: “"Hay anarquistas que prevén y preconizan otras soluciones, otras formas futuras de organización social; sin embargo, ellos quieren, como nosotros, destruir el poder político y la propiedad individual: quieren, como nosotros, que la organización de las funciones sociales se haga espontáneamente, sin delegación de poder y sin gobiernos; como nosotros, quieren combatir a todo trance y sin tregua hasta la completa victoria; ellos son compañeros y hermanos nuestros. Aparte, pues, todo exclusivismo de escuela; entendámonos más bien sobre el camino y sobre los medios, y adelante."

El único respeto que espero y merezco es el mío propio y mis circunstancias me hacen responsable sólo ante mí. Están demás los reyes, los jueces y las leyes bajo las cuales instalan sus juzgados, pues lo poco civilizado que soy me ha convertido en el estiércol que defeca la civilización, y es natural que los de naturaleza artificial aborrezcan la mierda y sus olores.

Pero cuando mierda y sus olores se trata, me he percatado de la capacidad que tengo de imitar a ciertas especies humanas de animales, escribo y hablo bonito acerca de pendejadas ajenas a la vida real... y cuales son estas especies? los poetas, intelectuales y científicos. Habría que ser humano demasiado humano para dejar de leer y escribir, o al menos para reconocer cuando se está escribiendo o leyendo porquería.

En esta instancia se juntan Thomas Kuhn con Ortega y Gasset, cuando la misma comunidad científica se muestra como una masa amorfa con hombres-masa en defensa de su credo o paradigma a punto de ser vencido, porque para ser masa no se necesita reclamar derecho de vulgaridad, también se puede ser masa siendo sofisticadamente, refinadamente y exquisitamente intelectual, científico o cualquier otra especie que se les parezca, por lo que las minorías excelentes y las mayorías que no lo son, es una simple cuestión de apariencia, es una ilusión propia de la miseria humana, pues tienen más en común que las formas que los diferencia: unos creen que con lo que saben es suficiente, los otros han aprendido a utilizar el discurso de la sencillez y la humildad para expresar que no saben nada, aunque ciertamente en realidad saben un poco más que aquellos, y en esa humildad ocultar su macabro interés; he allí porque son minorías excelentes, porque es otro nivel de masa, la masa minoritaria que desea dominar a la masa mayoritaria, y no hay hombre-masa de la segunda categoría que no pretenda ser parte de la exclusividad minoritaria para controlar a las mayorías.


Las palabras y el lenguaje se tornan insustanciales, instrumentos de una falsa estética que niega lo real y oculta lo esencial, empleadas para hablar de lo que se desconoce y no se siente; hablar del hambre sin conocer el hambre y así lo mismo con la miseria, la injusticia y el amor. Intelectuales, poetas, artistas y científicos, se convierten en la masa minoritaria administradora del pensamiento de la masa mayoritaria; no aspiran el librepensamiento, pretenden el sometimiento, la obediencia, la resignación y aceptación de un mundo que huele a mierda, o mejor dicho, para los susceptibles de "oído", un mundo pestilente con hedor a estiércol, para que no sientan repulsión o ansias de regurgitar. Sus palabras son el barniz con el que recubren lo vacío. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

El aullido de un lobo estepario


Permanecí en Larkhill, un lugar en el que miré transcurrir más de la mitad de los años de mi existencia, cumpliendo la condena que probablemente merece todo aquel que teme a la libertad y resignadamente se enorgullece de la condición de esclavo. Aunque no se trata de un centro penitenciario, si posee rasgos análogos al panoptismo, caracterizado por la vigilancia, control y corrección de los individuos, siendo cuidadosa y minuciosamente estructurado de forma piramidal y jerarquizada, pues sólo de esta forma puede darse cumplimiento a tales fines; un perfecto sistema carcelario, basado en el vil engaño de la legalidad y la moralidad de personas legalistas y moralistas, que no actúan conforme a ninguna ley (predominantemente procedente del derecho romano) ni moral (predominantemente procedente de la religión cristiana), que no sea la de la ley y la moral situacional de la conveniencia de sus intereses. Abundan los farsantes, nos rodean y envuelven a través del espectáculo de sus circos con el que pretenden aparentar lo que no son, ocultando sus sucias y verdaderas intenciones.
            Igualmente esclavos, si sabemos callar aseguraremos vivir en permanente libertad condicional, de lo contrario, el sistema carcelario que sostiene esta sociedad enferma desarrollará e intensificará otros métodos, te encerrará, aislará, neutralizará e incomunicará, hasta que tu voz jamás vuelva a escucharse y seas olvidado por completo. Pero el esclavo en libertad condicional también quedará incomunicado, no sólo por el hecho de tener que guardar silencio, sino porque será aturdido y saturado de información desperdicio que lo disuadirá hacia asuntos corrientes e irrelevantes. Todo esto con el único fin de debilitar la fuerza de la libertad.
            Cual lobo estepario, vagando solitario, sin hogar, nómada y errante, tristemente dejo salir mi aullido ante una sociedad indignada de manera deprimente e inoperante, mostrándome siempre como enemigo, no sólo de una opulenta burguesía, sino también de una pequeña burguesía conscientemente ignorante y carente de personalidad, en la que por egoísmo se han sumido los de abajo, los desposeídos, los obreros y campesinos, que con poco o casi nada, ingenuamente adoptan la forma de vida burguesa, más en lo espiritual que en lo material.
            He buscado la libertad, siempre huyendo de la manada y haciendo frente a esta sociedad enferma y sus vacías convenciones sociales, pero es necesario hacer como Zaratustra, cuando al levantarse una mañana, se dirigió al sol diciendo: “¡Tú gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad si no tuvieras a aquellos que iluminas!”. Es necesario enseñar y educar, que nada tiene que ver con la enseñanza y la educación que imparte el sistema educativo actual; requerimos crear nuevas formas de enseñanza y educación, propias del librepensamiento, de lo contrario el dogmatismo nos habrá ganado la lucha sin haber actuado.
            No es fácil el desafío que tenemos al frente, pero tampoco es difícil y mucho menos imposible. Contamos con nuestra humildad y coraje como referente para otros lobos; somos desprendidos; no deseamos ser líderes de masas o rebaños; no deseamos poder alguno, ni político ni económico; somos libres y solitarios, pero siempre hermanos. Así pues, que el único fin de mi libertad, es que todos seamos libres creando un mundo mejor.
            Ha finalizado la lucha dentro del panoptismo militar, pero la lucha continúa fuera de ella.
“La base fundamental del método anarquista es la libertad, y por lo tanto, luchamos y lucharemos contra todo lo que viole la libertad (libertad igual para todos), cualquiera sea el régimen dominante: monarquía, república u otros.” Errico Malatesta.